Asegúrese de que el candidato establece sus propios objetivos, los que practicará alcanzar. Pida retroalimentación sobre qué objetivos son alcanzados y cuáles no.
Pida al candidato que escriba las razones que ayudan a alcanzar determinado objetivo y las razones que se interponen en el camino. Aliente al candidato a encontrar maneras de manejar de forma constructiva las razones que obstaculizan.
Evalúe con el candidato la forma en que organiza su vida y maneja los posibles problemas. ¿Algo le requiere una cantidad de energía significativa?
Permita que el candidato trace un plan de los clientes que quiere visitar en el futuro próximo, el objetivo de esa visita y el enfoque que tomará. Pídale que se ponga en los zapatos del cliente y que piense cómo podría ser más amigable. Discutan el plan. ¿El candidato es lo suficientemente empático? Cuando sea necesario, pídale que discuta sus ideas con sus colegas antes de visitar a un cliente.
Diseñe junto al candidato un plan tangible para el futuro próximo. Asegúrese de que los objetivos sean inteligentes (específicos, medibles, alcanzables, realistas y limitados en el tiempo).