Aliente al candidato a llevar adelante “pequeñas” iniciativas como iniciar una reunión u ofrecer una opinión, y a estar alerta a las posibles necesidades de su equipo (café, aire fresco, un descanso, etcétera).
Establezca objetivos junto al candidato. ¿En qué situaciones le gustaría tener más iniciativa? Asegúrese de que los objetivos sean inteligentes (específicos, medibles, alcanzables, realistas y limitados en el tiempo).
Aliente al candidato a pedir retroalimentación de 360 grados a otras personas sobre su capacidad de iniciativa. ¿Qué está bien y qué podría mejorar? Discuta los resultados con el candidato.
Evalúe junto al candidato en qué situaciones le resulta difícil tener iniciativa y en cuáles lo hace.
Pida al candidato, a modo de tarea, que piense en oportunidades futuras para él, para el departamento, para los productos o servicios. ¿Qué iniciativas y responsabilidades podría tomar personalmente para conseguirlo?