Cambie su estilo de coaching regularmente y discuta sobre la reacción del candidato frente a esos cambios.
Aliente al candidato a practicar situaciones que le resultan difíciles de manejar o que suele evitar, por ejemplo en un juego de roles.
Establezca en el juego de roles algunas dificultades para el candidato (“esto no puede suceder”; “no puede hacer esto”; “esto no funciona de esta manera”) e impulse al candidato a que maneje estos problemas de forma estratégica.
Si el candidato tiene una posición gerencial, mencione el tema del liderazgo situacional. Todo tipo de entrevista es un buen momento para practicar estas habilidades, especialmente cuando se esperan resistencias.
Aliente al candidato a pedir retroalimentación de 360 grados a otras personas sobre su flexibilidad. ¿Cuáles son sus fortalezas y qué podría mejorar? Discuta los resultados con el candidato.