Explique al candidato cómo formular preguntas para profundizar en una conversación con el fin de entender realmente a la otra persona.
Asegúrese de que el candidato no interrumpa a los demás cuando hablan.
Aliente al candidato a observar no sólo lo que la otra persona dice sino también lo que señala con su lenguaje corporal, expresiones faciales y actitud. ¿Las palabras y las señales coinciden?
Impulse al candidato a formular “preguntas abiertas”: preguntas que no pueden ser respondidas con un “sí” o con un “no” (y generalmente comienzan con “quién”, “qué”, “dónde”, “cuál” o “cómo”).
Aliente al candidato a practicar su capacidad de escucha también fuera del trabajo y a involucrar a familiares y amigos para que le ofrezcan retroalimentación.